¿En qué se parecen dos frases tan distintas como “Ya te llamaremos” y “Tenemos que hablar”? Pues en que ninguna de las dos suele anticipar algo bueno. Ni la primera frase en una entrevista de trabajo ni la segunda en el ámbito de la pareja. Eso sí, puestos a elegir, es mejor escuchar la primera frase porque no tiene por qué significar necesariamente que nos descarten para un puesto de trabajo. En la segunda, en cambio, es más que probable que nos descarten como pareja…
Una candidata se despide del reclutador de personal en una entrevista de trabajo (iStock)
De hecho, muchas veces damos a la frase “Ya te llamaremos” una connotación más negativa de la que realmente tiene. De entrada, escuchar esa frase del entrevistador implica, en primer lugar, que hemos hecho una entrevista de trabajo. Sólo eso es ya un pequeño gran triunfo en sí mismo porque todos sabemos las dificultades que estamos encontrando en los últimos años para que nos citen para una entrevista de trabajo. Y si lo han hecho significa, además, que nuestro perfil profesional es interesante para las empresas y que nuestro currículum o nuestro perfil en LinkedIn es atractivo para los reclutadores de personal.
El “Ya te llamaremos” supone, además, que el entrevistador se compromete a llamarte para comunicarte si has superado o no el proceso de selección. Otra cosa es que sea una forma de hablar y luego no lo haga, pero el compromiso existe. Y siempre es más fácil para un reclutador de personal no comunicar a los candidatos descartados que no han sido seleccionados para el puesto de trabajo o hacerlo por correo electrónico que llamar a cada candidato para comunicarle que no continúa en el proceso.
¿Qué debemos hacer al terminar una entrevista de trabajo? En primer lugar, dar las gracias a la persona que nos ha entrevistado y preguntar por los plazos del proceso de selección. Eso nos permitirá, aunque sea de forma aproximada, hacernos una idea del día o la semana en la que tomarán la decisión y reducir así nuestra inquietud por la espera.
Si en el plazo de tiempo que nos han indicado no nos han comunicado nada, ni a favor ni en contra, es conveniente contactar con la persona que nos ha hecho la entrevista por tres razones: primero, para saber en qué estado se encuentra el proceso de selección; segundo, para demostrar nuestro interés en el puesto de trabajo ofertado; y tercero, para que el reclutador de personal se acuerde de nosotros en el caso de que haya muchos candidatos para la oferta de trabajo o que el proceso de selección dure mucho tiempo.
Eso sí, no es necesario esperar a que pase el plazo de tiempo en el que se comprometieron a llamarnos para que volvamos a ponernos en contacto con la persona que nos hizo la entrevista. De hecho, puede ser una buena estrategia enviar un correo electrónico al reclutador de personal al día siguiente de la entrevista (o el lunes, si la entrevista la tuvimos un viernes) demostrando nuestro interés en trabajar en la empresa y nuestra ilusión en el proyecto y para las gracias por su tiempo. Además, si lo crees conveniente y en función de lo tratado en la entrevista de trabajo, puedes aprovechar, por ejemplo, para adjuntar algún documento que pueda interesar al reclutador de personal, como tu currículum en el caso de que no lo tuviera.
Mostrar interés después de la entrevista de trabajo puede ayudarte a ganar puntos, pero hay algo que seguro que los resta: la insistencia. Así que nada de insistir y preguntar continuamente al entrevistador sobre el proceso de selección si no quieres que te descarte antes de tiempo…
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