Evidentemente, no. Esas escenas son uno más de los mitos que envuelven el panorama laboral en la actualidad. Lógicamente un becario no accederá en un primer momento a todos los procesos que se llevan a cabo en el trabajo, pero desde luego está allí para aprender y desempeñar un trabajo y funciones que van más allá de ser el/la chico/a de los recados.
¿El jefe siempre tiene la razón?
No siempre. De hecho un buen jefe valorará la opinión de sus empleados y respetará su visión si difiere de la suya ante un problema o decisión. Por supuesto la última palabra la tendrá ese superior, pero si el empleado no le aporta valor y opinión personal, poco podrá confiar en él (y de aumento de sueldo o ascensos ni hablar).
“Esa conversación”
Hablando de aumentos de sueldo, un empleado debe solicitarlo cuando crea que está justificado; de esperar a que venga por sí solo, en estos tiempos de economía ajustada es posible que nunca llegue. Eso sí, es conveniente esperar al momento adecuado (nunca en plena crisis, en la antesala del lanzamiento de un nuevo producto, cuando se está llevando a cabo un ERE en la empresa, etc.).
“Cuando yo mande…”
Si crees que cuando seas el jefe podrás hacer siempre las cosas en las formas y modos que desees, estás equivocado. Lamentablemente este es un mito más: en el día a día muchas actuaciones en la empresa vendrán determinadas por los clientes, los empleados, los proveedores, la situación del mercado, etc.
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