5 cosas que puedes hacer este verano para mejorar el currículum

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En varios artículos de OficinaEmpleo te hemos dado diferentes consejos sobre cómo mejorar el currículum de forma que pueda resultar más atractivo para las empresas y sus reclutadores de personal, tanto en la forma como en el contenido. En esta ocasión, queremos centrarnos en 5 ideas sobre cómo mejorar el currículum este verano realizando diversas actividades. Son estas:

1. Voluntariado

El verano es la época idónea para hacer un programa de voluntariado que, posteriormente, podamos incluir en el currículum. Las empresas valoran sobre todo la experiencia laboral y la formación para seleccionar a posibles candidatos para sus plantillas, pero cada vez hay más empresas que tienen en cuenta el compromiso de quienes realizan un programa de voluntariado. Ser voluntario no te hace rico, pero te enriquece como persona y como profesional.

2. Prácticas en empresas

En verano también puedes realizar prácticas en alguna empresa relacionada con tu formación con la que puedas aprender y, en algunos casos, ganar un dinero. Si estás cursando un grado o postgrado universitario o acabas de terminar tus estudios, pide información en tu universidad para conocer las opciones que tienes para trabajar en prácticas en verano.

3. Estudiar o trabajar en el extranjero

Otra posibilidad muy interesante si te planteas cómo mejorar el currículum este verano es hacer una estancia en el extranjero, ya sea trabajando o estudiando, para aprender y practicar idiomas. Tu nivel de inglés o de otro idioma mejorará exponencialmente si te ves obligado a hablarlo y escucharlo para comunicarte con los demás.

4. Ampliar tu formación

Otro consejo sobre cómo mejorar el currículum, tanto en verano como en cualquier otro momento, es ampliar tu formación con cursos presenciales o cursos online relacionados con tu área profesional… o con un nuevo campo por el que sientas interés. En este artículo de OficinaEmpleo repasamos 5 cursos gratis para mayo de 2017 que puedes hacer.

5. Trabajo de verano

Las bicicletas son para el verano y muchos trabajos, también. De cara al verano surgen ofertas de empleo para trabajar en el sector del turismo y la hostelería como camarero, recepcionista, guía, animador de hotel, cocinero, personal de limpieza o mantenimiento. Además, también tienes la opción de ganar dinero en verano y ampliar el apartado de experiencia laboral en tu currículum trabajando, por ejemplo, como socorrista o como monitor de ocio y tiempo libre.

O si quieres puedes buscar empleo para este verano con Oficina Empleo. Tenemos cientos de ofertas de trabajo de camarero en Sevilla, socorrista en Alicante y muchas más. ¡Entra y descubre cómo trabajar en un parque acuático!

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5 formas de ir al baño en el trabajo y pasar desapercibido

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  Un hombre mira su móvil sentado en la taza del váter (iStock)
  1. No llevar el periódico bajo el brazo

  Es curioso cómo a muchas personas nos da vergüenza que los demás sepan que vamos al cuarto de baño a hacer “aguas mayores”, mientras que otros trabajadores no tienen ningún reparo en anunciar sus intenciones y van y vuelven del servicio con la misma tranquilidad con la que van a la máquina del café. En realidad, hacer nuestras necesidades en el trabajo es algo que ni debe avergonzarnos ni tampoco debe ser proclamado a los cuatro vientos, pero a este segundo grupo pertenecen quienes van al cuarto de baño en el trabajo con el periódico debajo del brazo y se toman su tiempo. Así que si perteneces al primer grupo y quieres ir al baño en el trabajo y pasar desapercibido, la primera regla está clara: ¡no vayas con el periódico bajo el brazo!
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  Un trabajador se coloca la corbata frente al espejo en el cuarto de baño (iStock)
  2. Ir a los baños de otra planta

  Si no quieres que tus compañeros ni tu jefe sepan que vas a hacer tus necesidades y trabajas en un edificio de varias plantas, la solución es sencilla: ir a los servicios de otra planta. Claro que, en ese caso, quienes se te pueden quedar mirando son los empleados que no te conocerán de nada ni sabrán qué estás haciendo allí…
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  Una trabajadora habla por su teléfono móvil (iStock)
  3. Simular que hablamos por teléfono

  Aunque no vayamos con el periódico en la mano y vayamos a hacer nuestras necesidades a otra planta del edificio, hay un factor que también nos puede “delatar” -ni que hacer caca fuese un delito…-. Se trata del factor tiempo. Si nos levantamos de nuestro puesto de trabajo, vamos al servicio y tardamos un buen rato en volver, está claro que no hemos ido a hacer pis… Así que el truco consiste en desviar la atención cogiendo nuestro teléfono móvil como si nos llamaran o como si fuéramos a hacer una llamada y dirigirnos al cuarto de baño con la tranquilidad de saber que los demás piensan que estamos hablando por el móvil…
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  Imagen de la puerta de unos servicios (iStock)
  4. Elegir el momento adecuado

  Hay quienes trazan un auténtico plan de fuga para levantarse de su sitio en el trabajo e ir al baño sin que los demás se enteren -como si a los demás les importase…-. En ese plan de fuga llegan a tener en cuenta los mejores horarios “para dar el golpe”, como la hora de la comida, que es cuando hay menos gente en la oficina.
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  Un trabajador, rodeado de vasos de café en su mesa de trabajo (iStock)
  5. Volver con un café

  Ir al baño en el trabajo no es lo único difícil para las personas especialmente pudorosas… También lo es volver a su puesto de trabajo sin que nadie “sospeche” qué acaban de hacer. Así que algunos no dudan en buscar otras “coartadas”, además del teléfono móvil, para no despertar sospechas. Por ejemplo, regresar con una taza o vaso de café o de té en la mano como si en ese tiempo que ha transcurrido desde que se han levantado de su sitio no hubiesen estado sentados en otra taza: la del váter.
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  10 frases que no debes decir cuando trabajas en equipo

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5 palabras en inglés que deberías saber qué significan

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Nadie pone en duda la importancia de tener un buen nivel de inglés para encontrar trabajo o para conseguir un empleo mejor -aunque en realidad no es un requisito imprescindible para trabajar en todas las profesiones-, pero una cosa es esforzarnos por aprender inglés y otra es que tengamos que escuchar continuamente palabras en inglés de nuestros jefes y compañeros de trabajo… cuando están hablando en castellano o en alguna de las lenguas cooficiales de España.

 

Imagen que representa varias conversaciones en inglés (iStock)

Hay mucha gente que, para darse importancia o para parecer que sabe más de lo que realmente sabe, usa palabras en inglés para referirse a aspectos del trabajo que perfectamente se pueden expresar en castellano. Pero también es importante saber el significado de palabras en inglés cuyo uso, por diferentes razones, se está extendiendo.

En cualquier caso, en OficinaEmpleo queremos explicarte, por si no lo conoces, el significado de palabras en inglés que se utilizan con cierta frecuencia en el entorno laboral en España…

1. Recruiter

El recruiter es la persona que se encarga de “reclutar” personal para una empresa seleccionando los candidatos a las ofertas de trabajo para después mantener entrevistas de trabajo con los aspirantes al puesto. Por cierto, al hilo de esto, en este otro artículo de OficinaEmpleo te contamos en qué consisten las nuevas entrevistas de trabajo.

2. Deadline

Si alguien te pregunta por el deadline de un informe, un trabajo o una tarea, no te asustes… o sí. Decimos que no debes asustarte porque el deadline no es más que la fecha límite para la entrega de un trabajo o una documentación. Y decimos que también puedes asustarte porque si no vas a tener el trabajo terminado antes del plazo límite, es muy probable que tu jefe o tu cliente se enfaden contigo…

3. Skills

En el currículum en inglés, y en algunas ofertas de trabajo que también están redactadas en inglés aunque sean para trabajar en España, suele aparecer la palabra skills. Se trata de las habilidades o destrezas profesionales que tenemos y que debemos destacar en el currículum para aumentar nuestras posibilidades de conseguir una entrevista de trabajo.

4. Mindfulness

El mindfulness es una técnica muy útil para mantener la concentración en una actividad, como el trabajo o los estudios, para evitar posibles distracciones y conseguir así un mayor rendimiento.

5. Brainstorming

En las empresas se suele escuchar eso de “vamos a hacer un brainstorming”, quizá porque a muchos les suena más profesional que “vamos a hacer una tormenta de ideas”, que es la traducción literal. Se trata de reunirse con varias personas para, entre todos, aportar ideas y sugerencias sobre un proyecto. Eso sí, “vamos a hacer un brainstorming” no está entre las 10 frases que no debes decir cuando trabajas en equipo y que te contamos en otro artículo de OficinaEmpleo.

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10 frases que no debes decir cuando trabajas en equipo

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  Imagen de una responsable con gesto serio en el trabajo (iStock)
  1. “Ese no es mi problema”

  Aunque cada empleado desarrolle sus funciones de forma individual, en la mayoría de las empresas y organizaciones se trabaja en equipo para lograr objetivos comunes. Por eso hay frases que no debemos decir a nuestros compañeros ni a nuestros jefes. Una de ellas es la frase típica de “ese no es mi problema”. Aunque lo pensemos y en realidad sea así, mejor no decirlo.
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  No sirve de nada utilizar expresiones como "ya te lo dije" en el trabajo (iStock)
  2. “¡Te lo dije!”

  Todos cometemos errores en el trabajo y en cualquier faceta de la vida, pero lo que menos nos puede gustar es que otra persona nos los eche en cara y los utilice para sacar pecho. Por eso, cuando un compañero de trabajo comete un error sobre el que ya le habíamos advertido anteriormente, debemos contener las ganas de soltar la frase que estamos pensando: “¡Te lo dije!”.
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  Unos trabajadores escuchando a su jefe (iStock)
  3. “Eres un desastre”

  Trabajar en equipo implica que unos trabajan más y mejor que otros, pero no por eso debemos cebarnos con los más débiles. Frases como “eres un desastre” hacen daño a la otra persona, no aportan nada positivo y dicen muy poco de ti.
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  Imagen de una trabajadora que no soporta a su compañera (iStock)
  4. “Mira, déjalo… Ya lo hago yo”

  Esta frase suele estar relacionada con la anterior y también debemos evitarla porque estamos dando a entender que nuestro compañero no es capaz de hacer su trabajo y le estamos dejando en evidencia.
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  Unos empleados hacen gestos de desesperación en el trabajo (iStock)
  5. “Yo paso de hacer esto”

  En un trabajo en equipo es mejor no utilizar el pronombre “yo”, sino “nosotros”. Y más aún si el “yo” va acompañado de un verbo que implica dejadez o renuncia a hacer una tarea.
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  Un jefe echa la bronca a sus empleados (iStock)
  6. “Porque lo digo yo y punto”

  Si somos responsables de un equipo de trabajadores, debemos mostrar nuestro liderazgo implicando de buenas maneras a todo el equipo en el proyecto. Eso implica, entre otras cosas, ofrecer explicaciones claras y razonables y resolver las dudas que puedan tener los trabajadores. Y eso no se consigue con frases como “porque lo digo yo y punto”…
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  No debemos echarnos flores a nosotros mismos en el trabajo (iStock)
  7. “Si no es por mí…”

  “Yo” no es el único pronombre que debemos evitar cuando trabajamos en equipo. Los “mí”, “me” y “conmigo” no suelen caer bien en un equipo, y menos aún cuando los utilizamos para darnos importancia y quitársela a los demás.
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  Un ejecutivo realiza un gesto de incredulidad ante una trabajadora (iStock)
  8. “Tengo que hacerlo todo”

  Esta frase tampoco es de las que sientan bien cuando se la escuchamos a alguien. Por un lado, porque al oírla pensaremos que se está dudando de nuestras capacidades profesionales o de nuestro compromiso; y, por otro, porque quien la pronuncia se las está dando de listo…
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  Unos empleados discuten con su jefe (iStock)
  9. “¿Te pasa algo?” “¿Tienes algún problema?”

  Igual que todos cometemos errores, también todos tenemos problemas. Muchas veces, por mucha profesionalidad que demostremos y aunque no lo queramos, los problemas personales influyen en nuestro trabajo y lo mismo ocurre con los demás. Igual que no nos gustaría -y, de hecho, no nos gusta- que nos hiciesen comentarios sobre nuestra vida personal, tampoco debemos hacerlo nosotros.
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  Un jefe explica un gráfico a los empleados (iStock)
  10. “Así no hay quien trabaje”

  Hay compañeros de trabajo que son auténticos vampiros de energía porque no paran de criticar cualquier cosa o porque inundan de pesimismo el ambiente de trabajo. No se trata de callarnos y aceptar sin rechistar todo lo que nos manden en el trabajo, ni mucho menos, pero tampoco de quejarnos continuamente y contagiar nuestra actitud negativa a los demás.
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  10 negocios que puedes montar desde tu cama

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10 normas laborales sobre las vacaciones que debes saber

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Las vacaciones son un derecho de todo trabajador y, a veces, también una fuente de conflictos con la empresa. Para evitar problemas, ten presentes estas 10 normas laborales sobre las vacaciones:

1. Las vacaciones no pueden ser inferiores a 30 días naturales por año trabajado. La duración puede ser mayor en función de lo que se recoja en el Convenio Colectivo o de lo que se haya pactado con la empresa.
2. Es ilegal sustituir las vacaciones por una compensación económica o acumular las vacaciones de un año para los siguientes.
3. En el caso de los contratos temporales, sí hay compensación económica si al finalizar el contrato no se han disfrutado las vacaciones correspondientes.
4. Recuerda que debes disfrutar de tus vacaciones en el año natural en el que las has generado. Los días de vacaciones que no hayas cogido con fecha 31 de diciembre los puedes perder.
5. Si aún no has completado tu primer año en la empresa, te corresponden 2,5 días naturales por cada mes trabajado.
6. Los trabajadores tienen derecho a conocer el calendario de vacaciones con un mínimo de dos meses de antelación al período en que se inicien. Si, como trabajador, no estás de acuerdo con las vacaciones que te han sido asignadas, tienes derecho a reclamar en los juzgados.
7. Las vacaciones pueden fragmentarse siempre y cuando uno de los períodos vacacionales sea como mínimo de 2 semanas completas sin interrupción.
8. Las vacaciones deben ser retribuidas con una compensación acorde con el salario habitual del trabajador.
9. Es completamente ilegal sancionar a un trabajador con la pérdida o la reducción de los días de vacaciones que le corresponden.
10. ¿Puede un empleado trabajar en otra empresa durante sus vacaciones? Legalmente, la respuesta es sí, salvo que el contrato estipule una cláusula de exclusividad.

En Oficina Empleo tenemos cientos de procesos de selección con los que comenzar a trabajar en publicidad, entre otros sectores. Además, en nuestro blog podrás encontrar artículos en los que descubrir cómo trabajar en Merkamueble y más empresas ¡No te lo pierdas!

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5 palabras demasiado usadas en los CV

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Es importante cuidar al máximo cada detalle de tu currículum. A simple vista puede parecer una tontería, pero no lo es. Los expertos en la selección de personal de las empresas te pueden descartar como candidato si ven faltas de ortografía o una redacción muy pobre en tu currículum o en tu carta de presentación. Por eso te aconsejamos que revises tu historial profesional y que no abuses de las siguientes palabras:

1. “Nivel”

Si relees tu currículum es probable que encuentres en numerosas ocasiones la palabra “nivel”, especialmente en apartados como los idiomas o la informática. No se trata de eliminar la palabra “nivel”, sino de no repetirla continuamente. Por ejemplo, en vez de escribir que tienes un “nivel alto” de un programa informático, utiliza el vocablo “dominio”; en lugar de “nivel medio” puedes usar el término “manejo”; y en vez de “nivel bajo” o “conocimientos a nivel usuario” puedes utilizar simplemente la palabra “conocimientos”.

2. “Especializado”

Reflejar en tu currículum que eres un especialista en un área determinada es positivo, pero abusar de la palabra “especializado” para todo puede tener el efecto contrario. Si eres especialista en diferentes disciplinas, alterna el uso del término “especializado” con el de vocablos como “experto” o “dominio”.

3. “Curso”

Otra palabra muy frecuente en un currículum, especialmente en el de los más jóvenes, es “curso”. Si destacamos más por nuestra formación que por nuestra experiencia, podemos cambiar el orden habitual en un currículum para resaltar la formación adquirida. Eso sí, no repitas continuamente el término “curso” y alterna su uso cuando sea posible con otros como “taller”, “programa” o “formación”.

4. “Capacidad”

Cuando destacamos nuestras virtudes en un currículum o en una carta de presentación se suele repetir la palabra “capacidad”. La solución es fácil: sustituirla por vocablos como “habilidad”, “destreza” o “experto” (si no abusamos del término como sinónimo de especializado…)

5. “Responsable”

La palabra “responsable” puede servir para reflejar que has ocupado un puesto de responsabilidad en algún trabajo anterior y también que eres una persona en la que se puede confiar. Si ves que la palabra se repite en varias ocasiones con el primer significado, cámbiala por otra como “jefe”, “supervisor” o “coordinador”.

¿Las has apuntado todas? Ahora sustitúyelas en tu CV y ya puedes empezar a enviarlo en los cientos de procesos de selección para trabajar en limpieza o seguridad que tenemos en Oficina Empleo. Si lo deseas también puedes ver cómo trabajar en Michelin, entre otras. ¡Entra ya!

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Cómo detectar y contestar preguntas trampa

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En la mayoría de las entrevistas de trabajo intentarán ponerte a prueba con preguntas que pueden ser una trampa. Caer en ellas, o no, depende de nosotros, así que no debes ponerte nervioso porque si preparas bien la entrevista no tienes nada que temer.

Normalmente, las preguntas trampa llegarán cuando menos lo esperemos. Difícilmente se producirán nada más comenzar la entrevista de trabajo, sino cuando el entrevistador crea que tenemos la guardia baja. Las preguntas más complicadas de responder suelen ser en realidad afirmaciones más que preguntas, así que el tono del entrevistador también nos dará una pista de hasta qué punto quiere ponernos a prueba.

Estas son algunas de las preguntas trampa más habituales y la forma en la que debes responder a cada una:

1. “Veo que llevas mucho tiempo sin trabajar…”

Ejemplo típico de pregunta que en realidad es una afirmación. Esta respuesta no la debemos llevar aprendida de memoria, como ninguna para una entrevista de trabajo, pero sí que tenemos que ensayarla antes porque es importante. Llevar bastante tiempo sin poder trabajar es, por desgracia, algo muy común en los últimos años y el entrevistador lo sabe. Puedes decir que en ese tiempo no has dejado de formarte y especializarte y que las ofertas que has tenido no cumplían con tus expectativas.

2. “¿Por qué te despidieron de su anterior trabajo?”

La trampa que debes sortear aquí es la de hablar mal de tus antiguos jefes o compañeros y la de decir algo que lleve al entrevistador a pensar que no hiciste bien tu trabajo. Lo mejor es contestar educadamente diciendo que hubo un recorte de plantilla en la empresa y que fue una pena que te tocara a ti porque te gustaba tu trabajo y el ambiente que había.

3. “¿Cuál es tu principal defecto?”

Si ves que te preguntan por tus virtudes profesionales, prepárate porque después de las virtudes vendrán los defectos. También debes estar preparado previamente para esta pregunta. No vale contestar: “Pues que soy demasiado perfeccionista” o “Que trabajo demasiado”. En ese caso, el que está haciendo trampa eres tú y se va a notar. Pero tampoco debes decir defectos que lleven al entrevistador a no querer contratarte, como que te cuesta mantener la concentración, que eres indiscreto o que eres impuntual. Puedes decir, por ejemplo, que piensas demasiado las cosas o que te gusta llevar la razón.

4. “¿Prefieres trabajar solo o en equipo?”

¡Ojo, no respondas que prefieres trabajar solo! Lo que quieren saber con esta pregunta es tu capacidad para trabajar en equipo y cómo te adaptarías a los que serían tus compañeros.

5. “¿Estás acostumbrado a trabajar bajo presión?”

Esta pregunta es una trampa lo mires por donde lo mires. Si contestas que no, considérate descartado. Y si contestas que sí, asume que si te contratan, van a apretarte las tuercas al máximo. Pero como lo más importante en la entrevista es que contraten, la mejor respuesta es asegurar de forma convincente que eres capaz de trabajar bajo presión y que ya lo has demostrado en tus trabajos anteriores.

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Requisitos para ser taxista

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Lo primero de todo, hay que decir que el servicio del taxi es de carácter municipal, es decir: cada Ayuntamiento es el que pone las condiciones para que sus ciudadanos accedan a una licencia de taxi, aunque no hace falta estar empadronado en ese municipio para poder obtenerla. Por regla general, estos son los pasos que hay que dar para acabar conduciendo un taxi.

1. Carnet de conducir BTP

Para trabajar en un taxi no basta con tener el carnet ‘normal’ de coche, el B1, sino que hay que obtener el BTP, para lo cual hay que superar un examen de carácter mecánico, de 16 preguntas. Para ello puedes apuntarte en una autoescuela o hacerlo por libre. Suele costar unos 100 euros.

2. Examen en el Ayuntamiento

Tras superar este primer examen en Tráfico, deberás acudir a tu Ayuntamiento porque deberás superar uno más. En Madrid por ejemplo se trata de una prueba tipo test (con una tasa de 19,50 euros) de cuatro opciones por cada pregunta (hay más de cien).

3. Una vez superado el examen…

Bien, has aprobado el examen en tu Ayuntamiento… ¿y ahora qué? Ahora deberás acreditar que cumples una serie de requisitos que, como repetimos, pueden variar de un municipio a otro. En el caso de Madrid por ejemplo, esos requisitos son: superar el examen de aptitud; estar en posesión del permiso de conducción de la clase B o superior y de la autorización BTP; carecer de antecedentes penales; no padecer enfermedad infecto-contagiosa o impedimento físico o psíquico que imposibilite o dificulte el normal ejercicio de la profesión de conductor de autotaxi, ni ser consumidor habitual de estupefacientes o bebidas alcohólicas; tener el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), o equivalente. En el caso de titulaciones obtenidas en el extranjero se deberá estar en posesión de la credencial de homologación o convalidación del mismo.

4. La polémica del certificado médico

Como hemos dicho, se pide no padecer una enfermedad infecto-contagiosa. Esto ha generado mucha polémica en municipios como Madrid donde eso impediría a personas con VIH ser taxistas. Las asociaciones vinculadas con la defensa de los derechos de los seropositivos han reclamado que puedan ser taxistas y que la enfermedad se declare como infecto-transmisible.

5. Espero, aún no puedes trabajar…

Para empezar a trabajar en un taxi aún debes superar un duro trámite: hacerte con una licencia. Estas suelen ser vendidas por trabajadores que se jubilan y rondan los 140.000 o 130.000 euros en ciudades como Madrid o Barcelona. La licencia en sí misma te la pueden vender con el coche ya preparado o no. Si no es así, deberás comprar uno de los modelos homologados según la normativa de tu ciudad, lo que te supondrá alrededor de 25.000 euros más (depende ya del modelo). Después tendrás que pintarlo, ponerle la ‘capilla’, el taxímetro y pasar los controles específicos del taxi. Una vez superado esto, ahora sí, puedes salir a trabajar.

¿Prefieres consultar otras formas de conseguir empleo? Ya puedes buscar empleo en Barcelona en Oficina Empleo. Podrás echar un ojo a nuestros procesos de selección para trabajar de camarero en Sevilla, electricista en Cuenca y muchos más. ¡Entra!

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David García OficinaEmpleo.com

La entrevista de trabajo que no te gustaría tener. ¿Cuál sería tu reacción?

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La necesidad de encontrar un empleo hace que, en muchas ocasiones, aceptemos condiciones que no nos plantearíamos en circunstancias normales. ¿Trabajar de pie? ¿No tener descanso para comer? ¿Todos los festivos? ¿Salario? El protagonista del vídeo hace un experimento publicando una falsa oferta de trabajo y así averiguar hasta donde estaríamos dispuestos a ceder. ¿Aceptarán? El resultado es sorprendente y estamos seguros que no te lo imaginas.

Si estás buscando trabajo, en Oficina Empleo tenemos cientos de procesos de selección con los que empezar a trabajar de camarero en Sevilla, entre otras regiones. Si lo prefieres, puedes descubrir en nuestro blog cómo trabajar en Argentina y en más países. !No te lo pierdas!

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Tipos y cantidades de indemnización por accidente laboral

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Los accidentes de trabajo en España son, por desgracia, más frecuentes de lo que podríamos pensar. En el año 2015 se produjeron en nuestro país casi 450.000 accidentes laborales (449.223), un 5’8% más que en 2014 (424.625 accidentes). Por si fuera poco, la subida en 2014 respecto al año anterior también había sido de un 5%.

Si estos números ya son alarmantes por sí solos, aún lo son más si tenemos en cuenta las elevadas tasas de paro que arrastra España en los últimos años. Eso sí, antes de ese año 2013, las estadísticas sobre accidentes laborales en España eran mucho peores. En 2007, por ejemplo, se registraron más de 924.000 accidentes de trabajo en nuestro país. Una auténtica barbaridad.

La indemnización por accidente laboral varía en función de los daños sufridos, que son evaluados por un complicado baremo de puntos (con un máximo de 100) a los que les corresponde un determinado importe en cuyo cálculo también influyen factores como la edad del trabajador.

En el caso de sufrir lesiones graves a causa de un accidente de trabajo, la cuantía de la indemnización es mayor en función del tipo de incapacidad del trabajador, que puede tener una incapacidad permanente absoluta, total o parcial; una gran invalidez o una lesión que implique la adaptación de su casa y/o su vehículo.

En caso de fallecimiento a causa de un accidente laboral, la indemnización estipulada es de 90.000 euros para el cónyuge viudo si la víctima no superaba los 67 años; de 70.000 euros si tenía entre 67 y 80 años; y de 50.000 si la víctima tenía más de 80 años. En los tres casos el período de convivencia para el cálculo de la indemnización es hasta los 15 años; por cada año adicional de convivencia, con independencia de la edad de la víctima, la cantidad asciende en 1.000 euros.

En el caso de que la persona fallecida en un accidente de trabajo tuviese descendencia, a cada hijo con una edad no superior a 14 años le corresponde una indemnización de 90.000 euros; 80.000 euros si el hijo tiene entre 14 y 20 años; 50.000 euros si tiene entre 20 y 30 años; y 20.000 euros si tiene más de 30 años.

En este enlace puedes encontrar tanto los puntos otorgados a cada tipo de lesión según el baremo médico utilizado para el cálculo de la indemnización por accidente laboral (página 390 del documento del BOE) como las indemnizaciones a los familiares de fallecidos a causa de un accidente de trabajo (página 44 del mismo documento).

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10 trucos para parecer mejor de lo que eres en tu currículum

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No hace falta inventarte cosas que no has hecho o no sabes hacer para que tu currículum parezca mejor. Lo importante es saber cómo venderte bien y cómo ocultar tus posibles debilidades. Estos 10 trucos te ayudarán a lograrlo:

1. Elige tu mejor foto

Si tu currículum no tiene tu foto, lo primero que debes hacer es poner una. Si ya la tiene, comprueba que es la más adecuada: la imagen debe transmitir una imagen profesional y amable. Es mejor posar con una sonrisa y no parecer que estamos enfadados.

2. No tienes poca experiencia, sino muy buena formación

Si aún tienes poca experiencia laboral, resalta en primer lugar tu formación y destaca los cursos y asignaturas que puedan tener relación con el puesto al que optas.

3. No te falta formación, sino que te sobra experiencia

Si te ocurre lo contrario que en el caso anterior, pasa de puntillas por el apartado de formación y céntrate en reflejar tu experiencia laboral.

4. Nada de decir que tienes un nivel bajo

Debemos evitar las palabras con connotaciones negativas en nuestro currículum. No debemos decir que tenemos un nivel bajo de un idioma o un programa informático. Si no sabemos mucho, es mejor escribir que tenemos un nivel medio. Y si no sabemos nada, diremos que tenemos conocimientos a nivel de usuario.

5. Intenta eliminar huecos en tu currículum

Es muy probable que, debido a la difícil situación del mercado laboral en los últimos años, lleves bastante tiempo sin empleo o hayas tenido largas épocas en las que no has podido trabajar. Lo normal sería que la persona que lee tu currículum lo comprenda, pero de todas maneras intenta maquillar esos vacíos. Por ejemplo, si terminaste de trabajar en un sitio a finales del año 2012, pon en tu currículum que el año en que ocurrió fue 2013, como si hubiese sido a principios de año.

6. Busca las palabras más técnicas (pero sin pasarte)

Si dudamos entre dos términos para explicar nuestros anteriores puestos de trabajo o las funciones que desempeñábamos, elige la forma que suene más profesional.

7. Un trabajo, pero muchas funciones

No te limites a mencionar únicamente las empresas y los años en los que has trabajado. Explica brevemente qué puesto de trabajo ocupabas y qué funciones desempeñabas. Puede que sean las mismas que están buscando…

8. Incluye un enlace a tus perfiles profesionales en las redes sociales

Quien se interese por tu currículum seguramente buscará más información sobre ti en las redes sociales. Puedes añadir junto a tus datos de contacto (teléfono y dirección de correo electrónico son fundamentales) un enlace a tu perfil profesional en Linkedin.

9. Elige la mejor compañía para tu currículum

No debemos enviar un currículum sin más, sino acompañarlo de una carta de presentación (si lo mandamos por correo electrónico, la carta de presentación será el texto que escribamos en el e-mail) en la que demostremos nuestro interés en trabajar en esa empresa en cuestión.

10. Utiliza verbos de acción

Implementar, crear, desarrollar, innovar, adaptar o mejorar son verbos que puedes utilizar tanto en tu currículum como en tu carta de presentación y que ayudan a transmitir una imagen de profesional cualificado.

Ahora que ya conoces estos trucos para parecer mejor en tu CV ya puedes empezar a buscar nuevos procesos de selección. En Oficina Empleo tenemos cientos de ofertas de trabajo en A Coruña. Si lo prefieres, puedes descubrir cómo trabajar en Kiabi. En nuestro blog encontrarás más artículos. ¡Entra ya!

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Qué responder cuando te pregunten por la maternidad en una entrevista

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Todas las preguntas que pueden hacerte en una entrevista de trabajo son muy sensibles pero hay una que además de sensible puede llegar a ser irritante, y es la que se refiere a la maternidad, o mejor dicho, a los planes futuros de ser madre (o padre, que también preguntan por ello). Nos vamos a centrar en la figura de la mujer y en las posibilidades que existen de respuesta a esta cuestión.

Un entrevistador lee un curriculum de una mujer. DragonImages (iStock)

1. Equilibrio

En primer lugar hemos de tener una cosa bien clara: no podemos mentir si nuestra intención es ser madres. Has de saber que estás en tu legítimo derecho. No es ni mucho menos un delito querer ser madre. Pero ahora bien, tratemos de ser diplomáticas, y jugar, por qué no decirlo, con la ambigüedad del lenguaje. De ahí que apelemos al equilibro existente entre la verdad y la ambigüedad tal y como apuntamos.

2. Partamos de que se trata de una pregunta ilegal

Hay muchas preguntas que están prohibidas legalmente en una entrevista de trabajo, entre ellas las relativas al estado civil o situación familiar, y es en esta categoría en la que entran las relativas a la futura maternidad. Da igual que sea ilegal porque muchos entrevistadores las siguen haciendo para poner a prueba al candidato y medir cuál va a ser el grado de compromiso con la empresa en el futuro. Para ser más concretos, se trata de una pregunta que vulnera la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de hombres y mujeres y el Artículo 14 de la Constitución Española.

3. Puede no haber mala intención

Hay muchos entrevistadores que hacen este tipo de preguntas sin mala intención, es decir, simplemente por curiosidad, y aunque se trate de una pregunta poco afortunada, la decisión final no se verá determinada por la respuesta dada. Pero insistimos, aun así, no debería ni plantearse.

4. Como decimos: no mentir y darle la vuelta

Los principales expertos en la materia recomiendan no precipitarse ni ponerse a la defensiva ante este tipo de preguntas ya que al final es mucho lo que nos jugamos. Más al contrario, debemos decir la verdad y darle la vuelta a la tortilla. Si por ejemplo nos preguntan si pensamos tener hijos, podemos contestar que es una posibilidad que existe en tu cabeza y que además crees que te ayudará a superar grandes retos y a mejorar en el ámbito laboral (válida respuesta también si te preguntan si ya tienes hijos). Existe también la opción de dejar la respuesta en el aire a través de un enigmático “es un hecho que me planteo pero no puedo dar una respuesta concreta en estos momentos”.

5. Plantea si quieres trabajar allí

Tal vez después de la entrevista, y si no te has sentido cómoda con las preguntas que te han planteado, debieras reflexionar sobre la conveniencia o no de trabajar en esa organización. Eso sí, entendemos que muchas veces, por la necesidad de encontrar un trabajo, se hace necesario ‘tragar’ con lo que caiga.

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David García OficinaEmpleo.com

Una vez terminada la jornada laboral, ¿puede llamarte tu jefe?

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Las nuevas tecnologías tienen muchas cosas buenas y otras no tanto. Entre las segundas, aplicadas al ámbito laboral, está la posibilidad de estar localizados permanentemente no solo a través de las llamadas, sino también a través de mensajes de texto, Whatsapp o correos electrónicos. El modo ‘always on’ (siempre disponible) está cada vez más extendido pero, ¿es exigible? ¿Puede hacerte tu jefe una llamada fuera de tu horario laboral?

Un hombre atiende una llamada telefónica. Humonia (iStock)

1. Primero, lee tu convenio

La jornada laboral de cada uno viene reflejada en el contrato de trabajo y refrendada en el convenio colectivo correspondiente. Fuera de esa franja horaria no estás obligado a coger llamadas o, en general, hacer nada que tenga que ver con tu trabajo, aunque sí se apela al sentido común y, como gesto de buena voluntad del trabajador, se pueden coger con carácter excepcional. Pero como en todo, o en casi todo, encontramos excepciones.

2. Disponibilidad

En muchos contratos hay firmados diferentes pluses, entre ellos el de disponibilidad. ¿Qué supone esto? Que si lo tienes firmado (y por tanto lo estás cobrando) sí tendrías cierta obligación de atender la llamada de tu jefe fuera de tu horario laboral. Y decimos cierta obligación porque ese plus puede ser limitado, por ejemplo a determinados fines de semana o noches, por lo que fuera de esa disponibilidad no se tendría la obligación.

3. ¿Sanciones?

Es obvio que si por contrato tienes reflejada la obligación de estar disponible, estás expuesto a ser sancionado de alguna manera si no lo cumples. El propio convenio correspondiente suele incluir qué tipo de sanciones (leves, graves o muy graves) se corresponden con esa falta.

Lo que está claro es que si no tienes el plus de disponibilidad, nadie te puede exigir nada y menos aún sancionarte por ello. De hecho, incluso en algunos casos el trabajador ni siquiera está obligado a facilitar su teléfono móvil personal o correo electrónico.

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David García OficinaEmpleo.com

Las 10 características demandadas en un candidato inexperto

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Con la actual coyuntura económica, conseguir un trabajo puede ser complicado. A pesar de la cantidad ingente de puestos vacantes que encontramos a diario, no todos los empleos requieren las mismas características en sus candidatos. Aun así, y teniendo en cuenta los miles de candidatos que solicitan una entrevista, hay ciertos rasgos que casi todos los empleadores esperan y desean en los solicitantes.

Si nunca has trabajado y quieres adentrarte en el mercado laboral o nunca lo has hecho dentro del mismo campo en el que pretendes hacerlo actualmente, te recomendamos que leas la siguiente lista con las 10 principales características que toda empresa pretende encontrar en un candidato sin experiencia en su empresa:

• 1. Formación complementaria a la requerida en el puesto. Todo puesto vacante requiere una formación necesaria pero, aun así, es imprescindible y más ahora, tener otro tipo de formación que no sea la demandada para el empleo. Te ponemos algunos ejemplos: idiomas, otro tipo de cursos o actividades realizadas que nada tengan que ver… Lo dejamos a tu libre elección. ¡Eso sí, que sean útiles!

 

• 2. Como en todas las empresas, surgen problemas e imprevistos con los que no se cuentan y no siempre el jefe/a tiene la solución, ya que para eso trabajarían solos. Por ello, necesitan personas con creatividad e innovación que aporten ideas nuevas que hagan progresar a la compañía en sus negocios. Es una de las características más valoradas y que no todos los miembros de un equipo logran tener.

 

• 3. Una de las características más deseadas en un trabajador es la capacidad comunicativa. Como empleado representas a tu empresa –o lo que es lo mismo, a tu jefe/a- por lo que será imprescindible que tengas grandes habilidades comunicativas con las que poder expresarte con facilidad, de manera escrita o verbal.

 

• 4. Aprendizaje rápido y facilidad de adaptación. Éste puede ser tu gancho comercial a la hora de hacer una entrevista. Cualquier empleador necesita incorporar una persona versátil, con iniciativa propia y capaz de trabajar en equipo, así como cumplir sus objetivos o metas para/con la empresa.

 

• 5. La mayor parte de las veces, los altos cargos prefieren delegar o designar tareas a otra persona que le da confianza y mantiene una responsabilidad y capacidad para cumplir los objetivos fijados siendo consciente de la jerarquía de la compañía.

 

• 6. Sea cual sea tu edad y formación, debes ser o al menos mostrar empatía. Debes tener en cuenta que siempre habrá un cliente final al que hay que aportarle la mejor solución o mostrarle tu mejor cara.

 

• 7. Liderazgo. Lo que viene siendo “agarrar el toro por los cuernos”. Una persona que no le de miedo enfrentarse a cualquier situación que pueda surgir y tenga una gran voluntad de continuidad y progresión en la empresa. El liderazgo va acompañado de la seguridad personal, lo que lleva a tener una actitud positiva que suele llevar a una situación exitosa.

 

• 8. En cuanto a la informática no requieren gran cosa, simplemente tener unos conocimientos informáticos a nivel de usuario: Paquete Office, navegadores de Internet, correo electrónico, apps móviles…

 

• 9. Mostrar una elevada capacidad de compromiso hacia la empresa, es un rasgo que el propio entrevistador puede ver en el candidato durante la prueba personal. Nunca se debe mostrar falta de ganas en cuanto a los retos ofrecidos que se deben alcanzar.

 

• 10. Una persona con motivación es necesario para una empresa y más cuando acabas de empezar un nuevo trabajo. Este perfil necesita reafirmarse a sí mismo a través del refuerzo externo. Sin duda, el riesgo de este tipo de motivación es que en caso de no estar en unas condiciones ideales de trabajo, el empleado puede sufrir altos niveles de estrés y frustración. 
  

 

Si cumples todas o la mayor parte de las características anteriores y tienes un CV en condiciones, lo tendrás muy fácil para pasar tu primera entrevista con éxito -junto con el artículo de Las 10 preguntas clave en una entrevista de trabajo y Las 5 aptitudes de un candidato 10-. Después, sólo tendrás que esperar la famosa llamada.

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5 maneras para evitar “que te hagan la cama” en el trabajo

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  Dos compañeros de trabajo se miran con desconfianza (iStock)
  1. No compartir nuestras ideas y proyectos con los compañeros de trabajo

  Seguramente, si ya tienes cierta experiencia laboral, habrás pasado por situaciones en las que algún compañero de trabajo te ha hecho la cama. Por ejemplo, haciendo suyas ideas y propuestas de mejora que en realidad son tuyas para ganarse la confianza de los jefes. Para evitar que te suceda algo así de nuevo, o por primera vez, lo mejor es que expongas directamente tus ideas y sugerencias a tu jefe y no se las cuentes antes a nadie.
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  Unos compañeros de trabajo tomando café juntos (iStock)
  2. Llevarse bien con los compañeros

  Caer bien a todo el mundo en un trabajo no es fácil, sobre todo si se trata de una empresa con muchos empleados. Pero cuanto mejor nos llevemos con nuestros compañeros, menos tentaciones tendrán de hacernos la cama en el trabajo…
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  Es importante que en un trabajo te abstengas de compartir ciertos detalles de tu vida (iStock)
  3. No dar detalles de tu vida personal

  Llevarte bien con los compañeros de trabajo, o incluso con los jefes, no significa que tengamos que contar todos los detalles de nuestra vida personal y profesional a los demás. Si, por ejemplo, reconocemos que hemos pasado o estamos pasando una depresión o que el estrés laboral nos está superando, esa información puede llegar fácilmente a oídos de los jefes y hacer que prescindan de tus servicios. Y estos casos, por desgracia, se dan más veces de las que podríamos imaginar.
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  Imagen de dos compañeros de trabajo (iStock)
  4. Ser buenos trabajadores… y parecerlo

  Casi todos hemos trabajado con el típico trepa que hace lo imposible por intentar caer bien a los jefes y llevarse los méritos a costa del trabajo de los demás. A este tipo de personas no podemos cambiarlas, pero sí podemos lograr que nos perjudiquen lo menos posible. Por eso, además de hacer bien nuestro trabajo, es importante que los demás, sobre todo nuestros jefes, también sepan que pueden confiar en nosotros.
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  Un trabajador y su jefe estrechan la mano en una reunión (iStock)
  5. Mantener la comunicación directa con nuestro jefe

  No se trata de convertirnos también nosotros en “trepas” ni en “pelotas”, sino de mantener una comunicación fluida con nuestro jefe directo precisamente para evitar que haya otras personas que se aprovechen de nuestro trabajo o intoxiquen a nuestro jefe con información falsa o interesada.
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  5 empleos que van a ser sustituidos por robots

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10 detalles que nunca debes sacar a la luz en el trabajo

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Son muchas las horas que compartimos con nuestros compañeros de trabajo. Muchas más a veces que con la familia y amigos. No nos extraña por tanto que la relación con el paso del tiempo sea de más confianza. Pero hay que tener cuidado de los secretos que revelamos en la empresa porque pueden perjudicarnos mucho. No hace falta ser hermético cien por cien, sino ser comedido y saber qué información de nuestra vida privada compartimos. Nosotros hemos realizado un decálogo de ‘secretos’ que nunca deberías revelar.

1. Estilo de vida

Cada uno lleva unos ritmos y unos estilos muy propios y particulares. Si el tuyo se aleja de lo aceptado socialmente (no tiene por qué ser bueno o malo, o mejor o peor), casi es mejor que no lo confieses. Por ejemplo, lo comúnmente aceptado es hacer deporte regularmente, leer, llevar hábitos saludables (por ejemplo en cuanto a alimentación, horas de sueño…). Si tu estilo de vida se aleja de todo ello, mejor no lo digas. Imagina que eres un aficionado a los videojuegos y te pasas horas frente a la tele. O que no lees ni un solo libro. O que tu deporte favorito es sentarte en el sofá hasta las 3 de la mañana con una pizza. No es que sea malo, pero posiblemente te juzguen por ello, aunque sea injusto y eso no afecte a tu actividad laboral.

2. Relaciones familiares

Otro motivo por el que se suele juzgar a los compañeros de trabajo es su situación familiar. Si esta es estable y tradicional, ningún problema. Si hay problemas y se cuentan, aparecerán los prejuicios. Una ruptura con la pareja, un proceso judicial, una herencia, una discusión telefónica a oídos del resto de compañeros… Son situaciones que se pueden evitar.

3. Situación económica

Al igual que con la familiar, la situación económica es muy personal, y de ella solo tienen que tener conocimiento los más allegados, y desde luego esos no son tus compañeros de trabajo. Has de ser, por tanto, muy discreto en este punto. Imagina que tienes problemas con Hacienda, o tienes deudas con alguien de tu familia, o un embargo… Son todas situaciones desagradables que, de salir a la luz, provocarán los ‘chismorreos’ y las valoraciones sin conocimiento de causa por parte de los compañeros, con lo que eso conlleva. Y aquí por ejemplo se puede incluir la cuantía de tu nómina. Es privada, no la hagas pública.

4. Opiniones sensibles

No todo va a ser hablar de trabajo en la empresa. Cuando se conviven tantas horas, no es difícil que salten a la palestra otros temas de actualidad como política, religión o deportes. Temas sensibles que son muy dados a provocar discusiones y sobre todo crear clichés y estereotipos. Es importante mantenerse al margen de estos temas tan sensibles o al menos ser muy moderado en las opiniones para no ser prejuzgado. Las ideas políticas (y esto es así de injusto) pueden llegar a influir y mucho en la opinión que los jefes tienen de nosotros, e incluso pueden llegar a condicionar decisiones estrictamente laborales.

5. Estado de salud

Como bien sabes, tu historia clínica es estrictamente confidencial. Los profesionales que te atienden no pueden revelar su contenido, por lo que lo ideal es que tú te apliques el cuento. Tu historia clínica, las enfermedades que padeces o has padecido, dicen mucho de ti y de tu estilo de vida, y su conocimiento también hace que seas prejuzgado. Imagina por ejemplo que has padecido una ETS y tú lo cuentas. Bien, posiblemente alguien pueda juzgarte por ello porque aunque no debería ser así, hay enfermedades que estigmatizan. Y todos sabemos que un estigma en el trabajo no conviene.

6. Vida nocturna

Aunque bien podríamos haber incluido este epígrafe en el apartado que hemos dedicado al estilo de vida, hemos preferido hacer uno propio con él. La vida nocturna (la agitada vida nocturna, se entiende) puede llegar a ser perjudicial en el terreno laboral si tus compañeros la conocen en profundidad. Hablamos siempre desde la premisa de que esa vida nocturna nunca afecte a tu trabajo, es decir, que no dejes de acudir a tu puesto porque estés de resaca, por ejemplo. Nos referimos a tus fines de semana o días libres. Si tus compañeros de trabajo se enteran de ese ritmo, pueden empezar a opinar sobre ti de manera injustificada.

7. Opiniones de otros compañeros

Sé discreto con respecto a tus opiniones sobre otros compañeros. Si hasta ahora en todos nuestros consejos hemos intentado que no nos juzguen de manera injustificada, no hagas tú lo mismo. Y para ello lo ideal es no hablar mal de nadie delante de los compañeros, porque esa información puede llegar a oídos del protagonista y eso causar un problema entre los dos. Lo mejor es que si hay críticas, que sean constructivas y del terreno laboral, no del personal. Tus opiniones, mejor compartirlas (si deseas desahogarte) con allegados de fuera del entorno laboral.

8. Redes sociales

Todo lo que hemos dicho hasta ahora, todos esos detalles que no deberías dar en el trabajo, tampoco deberías revelarlos en tus redes sociales, porque no habrías llegado a ningún sitio si eres muy discreto en el trabajo con lo que opinas de tu jefe si luego en Facebook le pones a parir y eso lo ven tus compañeros. Así, para empezar, chequea tus condiciones de privacidad (quién puede ver tus contenidos) pero sobre todo piensa dos veces lo que vas a compartir.

9. Sexo

Al igual que ocurre con otros, el sexo es un asunto muy espinoso, y sobre todo íntimo, que también se presta a juicios de valor por parte de los compañeros de trabajo. Se trata de un tema del que se habla frecuentemente en la empresa pero los secretos de alcoba, han de quedarse en la alcoba, al igual que tus gustos, filias y fetiches, y los detalles sobre tu pareja, y más si tu pareja es también trabajadora de tu empresa (o has mantenido una relación del tipo que sea con alguien de tu empresa). No incluimos aquí tu inclinación sexual. Es decir, no es problema si no ocultas si eres homosexual siempre y cuando tus secretos de alcoba quedan resguardados.

10. Otras actividades laborales

Muchas veces, además del trabajo principal, surgen otro tipo de fuentes de ingresos en forma de colaboraciones, ‘chapuzas’, etc., que conviene mantenerlo en secreto. La razón es por si entra en conflicto con la actividad de tu empresa o por si alguien puede llegar a pensar que rindes menos por culpa de tu otra actividad. Mejor que nadie lo sepa.

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David García OficinaEmpleo.com

Ayudas fiscales para familias numerosas o con hijos discapacitados

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Desde el pasado mes de enero, ya es posible solicitar esta ayuda también conocida como deducción, impuesto negativo o solicitud del abono anticipado de las deducciones por familia numerosa y personas con discapacidad a cargo del impuesto sobre la Renta y las Personas Físicas.

¿En qué consiste?

Esta ayuda fiscal está dirigida a familias numerosas o personas con descendencia o gente a su cargo con una discapacidad superior al 33%. Esta ayuda depende de cada caso, pero se puede solicitar hasta un máximo de 1.200 euros anuales (100 euros mensuales). Es una ayuda acumulable, es decir, que aquellas familias que sufran los dos casos (familia numerosa y con hijo/s discapacitado/s) podrán recibir las dos ayudas, que serán 2.400 euros anuales (200 euros al mes).

Esta ayuda se recibe por cada uno de los hijos de dichas familias y puede ser cobrada de forma anticipada a mes vencido.

¿Qué familias pueden solicitarla?

Los requisitos que debe cumplir la familia que lo solicite son:

• Familias numerosas con 3 o más hijos podrán recibir una ayuda de hasta 200 euros mensuales (2.400 € anuales) dependiendo del caso. Para ello deben disponer del título en vigor de familia numerosa otorgado por cada Comunidad Autónoma.
• Descendiente con discapacidad. Con derecho a 1.200 euros anuales por cada descendiente (100 euros mensuales).
• Ascendiente con discapacidad. Con derecho a 1.200 euros anuales por cada ascendiente (100 euros mensuales).
• Familia monoparental con dos hijos. Con derecho a 1.200 euros anuales (100 euros mensuales).
• Familias numerosas en categoría especial. Son familias numerosas con algún hijo discapacitado, en este caso, tienen derecho a recibir las dos ayudas (hasta 2.400 euros anuales que serían 200 euros al mes).

En total, 750.000 familias podrán recibir esta ayuda, siempre y cuando, el solicitante realice una actividad por la que cotice a la Seguridad Social.

¿Cómo puedo solicitarla?

Para poder solicitarlo, debes rellenar un formulario del modelo 143 en la página web de la Agencia Tributaria y tenerlo impreso.

Puedes hacerlo de tres formas:

• Por teléfono: llamando al 901 200 345
• Por internet: para ello debes contar con DNI electrónico, firma electrónica o firma con clave de acceso.
• De forma presencial en cualquier oficina de la Agencia Tributaria llevando el formulario impreso.

Estas ayudas fiscales se pueden solicitar en cualquier momento siempre y cuando cumplan alguno de los requisitos. En caso de que se dejen de cumplir, se deberá comunicar 15 días antes de que se produzca el cambio.

Además, existen dos formas de poder realizar la solicitud:

• Solicitud individual: aunque la solicitud sea para varias personas de una familia numerosa, cada solicitante de la misma familia puede acudir a esta ayuda fiscal por separado y el importe de la deducción se dividirá entre los diferentes demandantes por partes iguales.
• Solicitud colectiva: deberán solicitarla todos aquellos beneficiarios que tengan derecho a la deducción. El primer solicitante deberá cumplir los requisitos para el abono de la deducción en el momento en que se presente la solicitud y será quien reciba la transferencia bancaria mensual.

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Las 8 situaciones que más vergüenza nos causan en el trabajo

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¡Qué mal podemos llegarlo a pasar en nuestro trabajo algunas veces sin quererlo! Seguro que alguna vez os ha pasado de ser protagonistas de una situación embarazosa, de esas de ‘tierra, trágame’. Y ya como seamos nuevos en la empresa, apaga y vámonos. Vamos a tratar de enumerar algunas de esas situaciones, a ver si alguna vez has sido protagonista de ellas…

1. Una flatulencia a destiempo

Es obvio que durante una jornada de ocho horas, cinco días a la semana, habrá algún momento en el que a todos nos da un apretón. Puede ser que nos lo aguantemos pero otras veces no podemos más y aprovechamos que no hay nadie cerca y procedemos a soltar gas. Y de repente llega alguien… y claro, aquello huele… Y no hay nadie más, solo estás tú…

2. Hablar de alguien mal y que aparezca

Los cotilleos en el trabajo son un lugar común, como también lo son ciertos ‘marrones’ que se derivan de ello, como por ejemplo estar hablando mal de alguien con un compañero y de repente, ¡chas!, aparece esa persona y se hace un tremendo silencio sepulcral cuyo significado es inequívoco: me estáis poniendo a caer de un burro.

3. O hablar de alguien mal ante un amigo

Dentro del capítulo de cotilleos merece una mención especial esa situación (que normalmente se da cuando uno es nuevo en el trabajo) en la que hablamos mal de alguien a un compañero y resulta que ese compañero es amigo del otro o lo que puede llegar a ser peor… familia.

4. ‘Post-rollete’

Una de las peores cosas que pueden pasar es liarte con un compañero o compañera de trabajo y después ir aireando por ahí detalles íntimos de ese ‘affaire’. Algunos de esos detalles pueden llegar a dejar marcado para siempre a una persona y pueden avergonzarla muchísimo. Apelemos por tanto a la buena voluntad de los amantes para que lo que pase en el dormitorio se quede en el dormitorio.

5. Maldito internet

Otro de las cosas que más vergüenza nos da es que nos pillen mirando en internet páginas que no tienen mucho que ver con nuestro trabajo. Lo más ‘light’ puede ser que nos pillen mirando Facebook o algún vídeo de YouTube, o haciendo alguna compra. Y ya lo peor puede ser que nos pillen con alguna página subidita de tono… ¡Menudo marrón!

6. Dormirnos

Otro clásico de las oficinas es el dormirse en el trabajo. Hay veces que es muy difícil luchar contra el sueño, sobre todo después de comer, a la hora de la siesta. Ninguno estamos libres de caer rendidos unos segundos frente a la pantalla del ordenador y que justo alguien se dé cuenta de ello. Y da gracias que no te hagan una foto y la compartan en el grupo de Whatsapp del trabajo.

7. Cruce de correos

Ya se sabe que la tecnología la carga el diablo y hay que tener mucho cuidado con ella. En este sentido, el correo electrónico está lleno de peligros, sobre todo a la hora de responder y enviar, y de precipitarnos en hacer clic al botón de ‘enviar’ sin antes verificar que lo hemos enviado a quien verdaderamente queríamos. Así, más de una vez algún compañero se ha puesto colorado después de enviar algo comprometedor a quien no debía.

8. Estar… ‘piripi’

En muchos trabajos, la comida es algo más que una simple comida, ya que se utiliza para hacer clientes, para hacer negocios… Y hay comidas que se pueden alargar con una sobremesa y hay comensales que no controlan demasiado bien el vino que beben por lo que llegan a la oficina más desinhibidos y habladores. Si te ha pasado alguna vez, seguro que al día siguiente te morías de vergüenza con los comentarios al respecto de tus compañeros.

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