Los supermercados, hipermercados y grandes superficies consiguen con sus estrategias de ventas y de márketing que, sin que nos demos cuenta, metamos en nuestro carro de la compra (o en nuestra cesta) más artículos de los que aparecían en nuestra lista de la compra. ¿Cómo lo consiguen?
1. Los productos más habituales, al fondo
La mayoría de los artículos de mayor consumo, como la leche o el papel higiénico, suelen estar al final del supermercado. ¿Casualidad? En absoluto. Cuanto más lejos estén y más pasillos tengas que recorrer, más posibilidades hay de que compres otros productos. Así que si logras presentarte en la caja sólo con los artículos que necesitabas, cuélgate una medalla.
2. La línea de caja, un peligro
Aunque hayas sorteado todas las tentaciones posibles hasta llegar a la caja, algo que tiene mucho mérito, no te confíes porque aún te quedan las más difíciles de resistir: los artículos que están al lado de la caja. Esos productos son toda una tentación por varios motivos: uno, porque es ahí donde suelen estar las gominolas, chocolatinas y otros caprichos similares; dos, porque normalmente estás esperando en la cola a que llegue tu turno y es más fácil que te fijes en ellos; y tres, porque si vas a hacer la compra con los niños, ése es el único sitio del supermercado donde seguro que van a estar a tu lado y te van a pedir que les compres lo que ven.
3. Asociación de ideas
En un supermercado o hipermercado, la salsa de tomate suele estar cerca de la pasta y las patatas fritas y otros aperitivos, junto a los refrescos. Como en todo, hay que preguntarse por qué. ¿Es para facilitarnos la compra o es para que asociemos un producto con otro y así el supermercado se asegure de que compramos los dos artículos? Elige tu propia respuesta…
4. La música
¿Puede la música modificar nuestros hábitos de consumo? La respuesta es sí. Y también en este caso, sin que nos demos cuenta. Una música tranquila invita a pasar más tiempo en el supermercado y, por tanto, a comprar más cosas. Por el contrario, cuando el supermercado está a punto de cerrar y le interesa que te des más prisa, la música que eligen suele tener un ritmo más alto.
5. Los productos que quieren que compres, a la altura de los ojos
A los supermercados les interesa más vender algunos artículos que otros, ya sea porque quieren deshacerse del stock o porque obtienen más beneficios con la venta de esos productos en concreto. Por eso los colocan a la altura de los ojos, que es donde los vemos más fácilmente y el lugar al que normalmente dirigimos primero la mirada.
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