1. No deducirse todos los gastos que debería
Una de las ‘ventajas’ (sí, entre comillas) del autónomo es que puede deducirse una serie de gastos sobre los que no pagar impuestos. Esos gastos por ejemplo (depende del tipo de actividad) son el teléfono, la gasolina, los ordenadores… Podemos definirlo como aquel gasto relacionado con la actividad profesional que puede ser demostrado mediante factura. Es frecuente que el autónomo novato, al principio de su actividad, no se deduzca todos los gastos que puede por desconocimiento, pero poco a poco lo irá haciendo y podrá comprobar cómo pagar menos impuestos. En este caso, el boca a boca es muy efectivo.
2. En qué epígrafe hay que apuntarse
Las actividades de un autónomo están distribuidas en epígrafes. Cada epígrafe tiene contempladas diferentes actividades. Aunque en la oficina correspondiente de la Tesorería de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria suelen ayudarte, lo cierto es que no es raro que un autónomo se apunte en un epígrafe erróneo.
3. No separar el dinero para pagar el IVA
La liquidación trimestral del IVA es otra de las obligaciones del autónomo. Esa cantidad se calcula restando al dinero que se ingresa en concepto de IVA por cada factura de venta que se emite, el IVA que se puede deducir de los gastos como autónomo (de esos que hablábamos antes). Por eso es muy importante separar bien ese dinero para luego tenerlo preparado cada trimestre. Ese dinero se puede conocer con ayuda de programas de facturación online por ejemplo. Es importante tener ese dinero separado y no contar con él para otras cosas, para luego no tener sustos y encontrarte con que no tienes dinero para hacer frente a las obligaciones tributarias.
4. ¿Exento de pagar el IVA?
Una de las obligaciones del autónomo es pagar el IVA de manera trimestral pero no todas las actividades están obligadas a pagar el IVA, ya que algunas están exentas, como aquellas actividades que conllevan derechos de autor como creaciones literarias, por poner un ejemplo. Muchos de los nuevos autónomos no lo saben y comienzan a pagar… hasta que se enteran, claro.
5. No guardar o guardar mal las facturas
El autónomo se irá dando cuenta, poco a poco, de la importancia de guardar bien las facturas, tenerlas ordenadas. Todas tus facturas de venta o compra tendrán que tener un número de serie concreto. Tus registros de ventas y compras se basarán en tus facturas emitidas o recibidas, y compondrán los llamados Libros de IVA de los autónomos. El orden es básico para que puedas recuperar las facturas fácilmente, ante posibles reclamaciones de Hacienda. También es muy importante que guardes todas tus facturas durante todo el tiempo exigido por Hacienda, que generalmente es cuatro años.
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David García OficinaEmpleo.com
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