Maquillar el currículum es algo que todos hacemos. O, por lo menos, algo que todos debemos hacer para tener más posibilidades de conseguir una entrevista de trabajo, primero, y de encontrar empleo, después. No se trata de mentir en el currículum inventándonos títulos, experiencia, conocimientos o habilidades que no tenemos, sino de resaltar nuestros puntos fuertes y de maquillar los débiles. Y todos, en mayor o menor medida, tenemos tanto fortalezas como debilidades a la hora de optar a un puesto de trabajo.
Una reclutadora de personal lee el currículum de un candidato en una entrevista de trabajo (iStock)
Es verdad que hay debilidades que dificultan más que otras el objetivo de conseguir un empleo y el hecho de no tener estudios suficientes es una de ellas. Pero eso no significa que no podamos encontrar trabajo ni tampoco que no estemos a tiempo de mejorar nuestra formación.
De entrada, mientras nos encontramos en situación de búsqueda de empleo, lo más recomendable es dedicar tiempo también a ampliar nuestra formación, bien recuperando los estudios que tenemos aparcados o bien con algún curso de formación relacionado con el ámbito profesional en el que queremos trabajar.
Pero, mientras nos formamos, ¿cómo podemos maquillar el currículum si no destacamos por los estudios? Si tenemos algún tipo de experiencia profesional, nos será más fácil disimular el apartado de formación en el currículum. Recuerda que un currículum no tiene por qué seguir siempre el mismo formato, sino que debemos adaptarlo a lo que más nos interese en cada momento.
Así que, si ya tienes experiencia laboral, destaca en el currículum el puesto de trabajo que has ocupado, la empresa en la que has trabajado, las funciones que has realizado y el período de tiempo en el que has trabajado en cada empresa. Si además puedes acreditar alguna recomendación de alguno de tus jefes, ya sea por medio de una carta o de una recomendación en tu perfil de LinkedIn, mucho mejor porque de esa forma la persona que lea tu currículum sabrá que eres un trabajador capaz y responsable.
En el caso de que no tengas estudios ni experiencia laboral, la forma de redactar el currículum debe ser diferente y debes centrarte en explicar en la carta de presentación tu motivación para trabajar en la empresa en concreto a la que envías el currículum (y no de forma genérica, para que el reclutador de personal tenga la sensación de que te ilusionaría especialmente trabajar con ellos). En el currículum sí sería importante que, aunque no destaques por tu formación, sí reflejes que estás cursando estudios relacionados con el área profesional en el que deseas trabajar.
También puedes maquillar el currículum si no tienes estudios ni experiencia laboral explicando qué podrías aportar a la empresa y destacando tus habilidades profesionales, tu facilidad y ganas de aprender y todos aquellos factores que puedan ayudar a conseguir tu primer objetivo: tener una entrevista de trabajo. Por ejemplo, puedes resaltar en el currículum si tienes carnet de conducir, disponibilidad para viajar, dominio de las redes sociales, habilidad para la comunicación y las relaciones públicas, conocimientos de idiomas, los programas informáticos que dominas y si tienes disponibilidad para una posible incorporación inmediata.
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