1. El pelota
Puedes alejarte de él… o no, porque si tú también eres pelota pues te puedes juntar con él. La suerte del pelota variará en función del jefe que tenga. Si a su jefe le gusta que le adulen, pues estará encantado de la vida, pero también los hay que odian tener a alguien que esté adorándote todo el día. Si el caso es este último, aléjate del pelota. Y en general aléjate de él porque te sacará de tus casillas.
2. El aprovechado
Uy, el caradura… el que no va a parar de pedirte favores, cambios de turno, que le hagas tal día porque se va de despedida de soltero, porque tiene el festival del cole de sus hijas o cualquier evento similar. Tu horario, con un compañero así, dependerá de sus hijas. Y luego, cuando te tenga que devolver el favor, no va a poder y te las vas a ver y a desear para que te devuelva el turno que te debe.
3. El trepa
Un manipulador en toda regla, de los que además te apuñalan por la espalda. Su objetivo, ascender en la empresa. Puede, además, ser un pelota, pero en general el pelota no apuñala. El trepa sí que lo hace. Y encima, seguro que es un chivato, y le ‘cascará’ a tu jefe o a cualquier compañero cualquier cosa que hayas hecho mal. No le des motivos para que lo haga, aléjate de él.
4. El ‘sin gracia’
El graciosillo de turno, el que no para de contar chistes verdes sin gracia, mandar memes al grupo de Whatsapp y contarte sus anécdotas graciosas del fin de semana. Por supuesto, es un pesado de tomo y lomo, de los que dan pereza y de los que no para de hablar. Pobre de ti si te toca comer con él.
5. El chismoso
El chismoso en sí mismo no es una mala persona. Es eso, un chismoso, que cuenta chismes, cotilleos. Sin mala intención, pero los cuenta. Si te acercas a él te contará todo lo que pasa a tu alrededor. Ahora, ni se te ocurra contarle nada o hablarle de alguien porque se lo ‘casca’ al primero que se encuentre en la oficina. Además, los chismes que cuentan incluyen una aportación propia, un poquito de sal y pimienta para hacerlos más sabrosos, y una valoración personal para nada constructiva.
6. El victimista
Todo el trabajo le cae a él, todos los marrones. Pobrecillo. Es el que sale más tarde que nadie y el que más hace por la empresa, el que tiene el peor turno de vacaciones. No te preocupes porque te lo recordará por si se te olvida. Es un tipo de compañero que desprende negatividad así que, aléjate de él.
7. El cabreado
Echará pestes continuas de la empresa, del programa de ordenador, de su ordenador que va muy lento, del jefe, del calor que hace, del aire acondicionado que está muy fuerte… ¡qué pesado! Ojo porque su cabreo es contagioso. Si te acercas a él puedes caer en sus garras y pensar: “¡pero si tiene razón!” y cabrearte a dúo con él. Un consejo: si quieres ser feliz, mantente lejos de él.
8. El vago
El vago puede no ser mala persona. A lo mejor es majete y graciosillo/a pero que no te toque uno cerca porque tendréis que hacer su trabajo entre todos o lo que es peor, tendrás que hacerlo tú. El vago/a es un ‘cum laude’ del escaqueo y ya el no va más es el ‘vagus maximus’, que encadenará una baja y otra y cuando vuelva se pedirá su mes de vacaciones. No le verás el pelo pero no parará de tocarte las narices desde su sofá y con una baja de ocho meses por una uña encarnada.
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David García OficinaEmpleo.com
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