Encontrar un puesto de trabajo es una tarea complicada en un país como España con una tasa de desempleo que supera el 20%. Aún así hay opciones y te vamos a desvelar los 10 criterios que van a determinar que seas el candidato elegido para el puesto.
1. Haber aplicado y haber asistido al proceso de selección
Parece obvio, pero si crees que eres el candidato perfecto y no aplicas nunca lo sabrás. Y aquí es donde empieza el primer paso: presentar un buen currículum carta de presentación y alguna recomendación.
El Cv debe ser breve, conciso y adaptado al puesto de trabajo que estás solicitando. Si sabes hacer muchas cosas pero son irrelevantes para la vacante, es mejor no ponerlas, ya las darás a conocer en la entrevista de trabajo.
2. La primera impresión cuenta
Una vez que has sido citado para una primera entrevista o proceso de selección es importante generar una buena impresión. Aquí tienes que cuidar desde el aspecto físico hasta tus modales. Adecua tu vestimenta al puesto, no tienes que ir ni muy arreglado, ni muy informal, es importante que vayas cómodo y que tu aspecto te aporte seguridad. Evita los nervios, o al menos, disimularlos lo máximo posible y sé educado, ¡te hará ganar puntos!
3. Una buena entrevista
Responde con sinceridad, con naturalidad, explícate. Saca toda tu artillería, sin abrumar. Pon en valor tus fortalezas e intenta aminorar tus debilidades, pero si las hay no las escondas, probablemente tengas que pasar alguna prueba y se podría evidenciar, si has mentido y se descubre serás descartado.
No te olvides de hacer preguntas y de preguntar todo lo relacionado con las tareas del puesto o cualquier otra duda que te surja. Sé proactivo pero sin comprometerte con objetivos imposibles, al menos si no tienes toda la información, de otra forma sonarás falso y desesperado.
4. Generar empatía
Tener buenas vibraciones con los entrevistadores siempre te va a ayudar. Esto se consigue mostrándote seguro y educado. Intenta ponerte en el lado de la empresa para entender sus necesidades te hará contestar más acorde con lo que esperan de su candidato ideal.
5. Saber un poco de todo
Hasta hace unos años la especialización era lo más valorado, saber mucho de una cosa, y además te solía asegurar un puesto de trabajo para toda la vida. En una sociedad que cambia con mucha rapidez, esto ya no es tan determinante para encontrar trabajo.
Tener una especialidad es bueno, pero ser versátil y que puedas realizar la mejor presentación de tu proyecto o hablar en público además de llevar a cabo tus tareas diarias son hoy en día habilidades que te ayudarán a diferenciarte de otros candidatos y, por tanto, convertirte en el elegido.
6. Ser flexible
No hay una solución única para resolver un problema o afrontar una nueva situación. Lo mismo pasa con las personas, no a todas hay que tratarlas igual. Saber identificar las necesidades para cada situación y tener la capacidad de adaptarte a ellas te va a permitir llegar a la final y casi seguro ser el elegido. Recuerda aquel dicho que decía “be water my friend”.
7. Salario adecuado al puesto
Una correlación entre lo que se ofrece y lo que se aporta. Estar sobrecualificado o infracualificado, por mucha voluntad que se ponga, no te va a asegurar ser el candidato perfecto. En las empresas que ahora no se pueden permitir errores no van a elegir a alguien con mucha formación y que sigue formándose para un trabajo muy básico o rutinario.
En ambos casos podrán suceder dos cosas: te marcharás en cuanto encuentres algo mejor o te quemarás y te irás. Las empresas intentan ir sobre seguro y no tener una rotación muy grande de empleados, pues al final, es tiempo y dinero invertido que no se rentabiliza.
8. Convencer a todos los participantes en el proceso de selección
En una empresa no todo el mundo es igual, y es muy habitual tener que realizar diferentes entrevistas con diferentes personas que se acabarían convirtiendo en nuestros nuevos compañeros de trabajo o jefes. No agradamos siempre a todo el mundo.
Es muy importante saber adaptarse en cada entrevista de trabajo según sea el interlocutor. No es igual la entrevista con un ‘headhunter’ que con un tu futuro jefe, o el jefe de tu jefe. Adecuar los mensajes al interlocutor es importante para que cuando pongan en común sus impresiones se hayan producido una sensación de que se es el candidato adecuado.
9. Saber esperar
Aunque estés desesperado por conseguir el puesto de trabajo, no te muestres impaciente, no llames ni te pongas en contacto con la empresa al día siguiente para averiguar cómo va el proceso. La paciencia es una gran virtud, y demuestra templanza para afrontar situaciones complicadas o de estrés que se puedan dar en tu puesto.
10. Aceptar la oferta de trabajo
En ocasiones, después de haber sido elegidos para un puesto decidimos no cambiar porque nos realizan una contraoferta en la empresa donde estamos y compensa frente al nuevo reto al que hemos estado aplicando, lo que indica que ni estábamos tan mal en nuestro puesto de trabajo, ni estábamos siendo subestimados aunque no nos lo reconocieran.
Rechazar la oferta puede indicar, también, que hemos detectado algo durante el proceso de selección que nos hace pensar que no va a ser el trabajo de nuestra vida o que no va a permitirnos conseguir los objetivos que estamos buscando, por lo tanto este último punto también es importante.
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África Silvelo Gabriel OficinaEmpleo.com
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