Llega la hora de terminar tu jornada laboral y sigues en el trabajo. Y al día siguiente, lo mismo. Y al otro. Y así hasta que trabajar más horas de las que te corresponde se convierte en algo habitual. ¿Trabajar más horas cada día puede tener algo bueno? Puede. ¿Echar frecuentemente más horas en el trabajo de lo que marca tu contrato tiene más ventajas que inconvenientes? Puede (casi seguro) que no…
Un empleado, saturado de trabajo (iStock)
La principal ventaja de trabajar más horas en realidad tiene trampa. La ventaja sería poder ganar más dinero, pero el problema es que no siempre nos pagan las horas extras. De hecho lo más habitual, lamentablemente, es que no nos paguen el tiempo de más que dedicamos a trabajar. Así que habrá que buscar otras ventajas de quedarnos más tiempo en el trabajo de lo que nos corresponde.
Por ejemplo, ganarte la confianza de tu jefe. Pero aquí también nos encontramos con una ventaja que es una trampa y que luego detallaremos al analizar los contras de trabajar más horas de las que debemos: que nuestro jefe se (mal) acostumbre. Llevamos dos supuestas ventajas y las dos tienen su parte negativa. Vamos con la tercera.
Al dedicar más horas a trabajar se supone que estaremos más desahogados en el trabajo diario porque tendremos más tiempo para cumplir con las mismas tareas. Pero claro, si las tareas y obligaciones también aumentan, el tiempo que ganamos no nos sirve para tener menos estrés. Tres ventajas y las tres tienen trampa…
¿También tendrá trampa la cuarta ventaja de trabajar más horas de las que debemos? Pues, por desgracia, parece que sí. Alargar nuestra jornada laboral, y más aún si no recibimos nada a cambio, es una señal de nuestra capacidad de esfuerzo y sacrificio y también una muestra de nuestro compromiso con la empresa. Y eso es algo que un buen jefe seguro que valora a la hora de ascendernos. Entonces, ¿cuál es la trampa aquí? Pues que muchos empresarios sólo ascienden a alguien cuando no tienen más remedio que hacerlo y, si lo hacen, ese ascenso no siempre está acompañado de un aumento de sueldo.
Con este panorama, las desventajas de trabajar más horas lo tienen fácil para ganar a las ventajas. Quedarnos más tiempo en el trabajo supone quitar aún más tiempo a nuestra vida personal, con el consiguiente perjuicio a tu tiempo de ocio y el malestar de muchas parejas. Pero, además, trabajar más horas que el resto también puede suponer que tus compañeros de trabajo te vean como un “trepa” y que tu relación con ellos se vea perjudicada.
Otra desventaja es la que enunciábamos antes: que quedarnos más tiempo en el trabajo de forma habitual no hace más que acostumbrar al jefe a prolongar nuestra jornada laboral y que el día que nos vayamos a nuestra hora o incluso unos minutos después, parezca que nos estamos escapando del trabajo antes de lo que nos corresponde.
Así que nuestro consejo, si tienes empleo, es que cumplas con tu trabajo y que, como suele decirse, “se te caiga el boli” a la hora que termina tu jornada laboral.
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