Todos estaremos de acuerdo en que el negocio de la hostelería es muy sacrificado. Por mucho que la hayamos escuchado, la verdad que guarda esa frase no se desgasta. Es así. Es muy sacrificado, entre otras cosas, por las horas que hay que trabajar, por la escasez de días libres y vacaciones, por los horarios, por pasar muchas horas de pie y por la dificultad para ganar un buen sueldo.
Si a eso añadimos que no sólo trabajas en un bar o en un restaurante sino que además tienes la responsabilidad y la presión de dirigir el negocio y que está en juego tu estabilidad económica, la de tu familia y la de tu plantilla, al esfuerzo y al sacrificio propios del trabajo en la hostelería se unen las preocupaciones propias de tener un negocio.
Imagen de la encargada de un negocio de hostelería (iStock)
Sin embargo, aunque muchos bares y restaurantes han tenido que cerrar estos últimos (y largos) años como consecuencia de la crisis económica, otros muchos locales han abierto y se han unido a una oferta de restauración que, como también (y tan bien) sabemos, es increíblemente grande en España. La pregunta es: ¿cómo puede haber tantos bares y restaurantes en España con el riesgo y la inversión, además del esfuerzo y sacrificio, que supone montar un negocio de estas características, con la competencia que hay y con la obligada reducción de gastos de los españoles en los últimos años?
La pregunta, como casi todas, es más fácil de formular que de responder pero, quizá, sólo admite una explicación: que montar un bar o un restaurante puede dar dinero. Y decimos “puede” porque no todos los bares o restaurantes lo dan, ni mucho menos. Para que las posibilidades de ganar dinero que esconde ese “puede” sean mayores, es importante tener un plan de éxito para un bar o restaurante: el famoso plan de negocio.
Por muy bueno que sea el plan de éxito para un bar o restaurante, al montar nuestro negocio no tendremos la certeza de que todo vaya a funcionar como queremos, sobre todo en la etapa inicial del proyecto, pero lo cierto es que sin un buen plan de negocio, sin un plan de éxito para un bar o restaurante, el objetivo será (aún) mucho más difícil de conseguir.
Ese plan de éxito para un bar o restaurante debe partir de varias preguntas que debemos hacernos. Por ejemplo, estas: ¿realmente podemos hacer negocio con la idea que tenemos? ¿Qué recursos necesitamos para montar nuestro negocio? ¿Y para mantenerlo después? ¿Quién sería nuestro público? ¿Por qué la gente va a elegir nuestro bar o restaurante?
Un plan de negocio requiere un buen análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Este aspecto es fundamental. Debemos analizar cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de nuestro negocio, estudiar a la competencia, pensar qué factores pueden suponer una amenaza para el éxito de nuestro bar o restaurante y qué oportunidades pueden surgir y cómo podemos aprovecharlas.
A partir de ahí viene lo más complicado: la cuestión económica. El plan de éxito de un bar o restaurante pasa por un exhaustivo plan económico y financiero donde se analice, entre otros aspectos, la viabilidad del proyecto, la generación de ingresos, los gastos iniciales, la inversión, necesaria, los costes fijos y variables y la financiación del negocio. Con esos cimientos sólidos para montar un negocio, mucho trabajo y un poco (un bastante) de suerte, el plan de éxito para tu bar o restaurante estará más cerca de tus objetivos.
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