EtoBe: Las 7 formas más elegantes de dejar un trabajo

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Imagen de una persona viendo YouTube en una tablet. Prykhodov (iStock)

1. Una inspiración tardía

Imagina que tienes tu trabajo y además ocupas un cargo de responsabilidad (eres jefe), y de repente algo que ves, algo que lees, te abre los ojos y ves claro que lo que estás haciendo no es lo que te gusta, sino que tu verdadera vocación es otra. Como ese jefazo que se dio cuenta de repente que lo que quería hacer era ser ‘youtuber’… y así lo hizo.
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Imagen de una trabajadora pensando en sus vacaciones. Darkbird77 (iStock)

2. Petición denegada de vacaciones

Imagina que necesitas un día libre o un periodo concreto para tus vacaciones (para coincidir con tu familia por ejemplo) y que tu jefe de manera injusta te lo deniega. Es otra de las formas que usa la gente para dejar un trabajo… en cuanto te digan que no, decir que ya no vuelves más.
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Imagen de unos compañeros de trabajo discutiendo. AntonioGuillem (iStock)

3. Las discusiones

¿Estás harto de tu trabajo y además te pasas la jornada discutiendo con tu jefe? Pues en una de esas, líate la manta a la cabeza y le dices que ya no vuelves más, que ahí se queda.
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Imagen de una trabajadora rechazando un ascenso. Siphotography (iStock)

4. Con un ascenso

La mejor forma de irte de un trabajo es que ya tengas otro apalabrado después de que no te valorasen durante años. En ese contexto, la mejor forma de irse es cuando te digan que te dan un ascenso y tú lo rechaces y, además, digas que te vas.
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Imagen de un smartphone con el Whatsapp. Rodrigobark (iStock)

5. Por Whatsapp

Las nuevas tecnologías tienen una ventaja. Bueno, dos. Su inmediatez y que te permiten no dar la cara, no estar frente a la persona a la que quieres decirle algo. En este sentido, te permiten dejar tu trabajo de manera fácil, directa y cómoda. “No me esperes hoy. Ni mañana. Dejo este trabajo. Gracias”. Este bien podría ser un modelo de mensaje al jefe con el que te irías sin ninguna duda por la puerta grande.
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Imagen de una trabajadora con sus cosas de trabajo. AndreyPopov (iStock)

6. Irte el primer día

Hay que ser muy sobrado para irse el primer día de trabajo… pero hay quien lo ha hecho. Después de esa primera jornada uno se da cuenta de dónde se ha metido y dice: “Esto no es para mí”, y en un ejercicio de valentía y sinceridad le dice a su jefe: “Mañana no me esperéis”. Eso le pasó a quien escribe estas líneas, en unas prácticas mientras estudiaba en la Universidad.
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Imagen de dos compañeras de trabajo cuchicheando. Shironosov (iStock)

7. Chivatazos

Antes de que a uno lo echen, hay quien prefiere (por orgullo será, no por motivos económicos) irse por sí mismo. Si sabes que van detrás de ti y te quieren echar y tienes la oportunidad, vete tú. Será una gran satisfacción, sobre todo si tienes otro trabajo esperando.
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