Una de las peores situaciones que podemos vivir en un trabajo, en muchos casos peor incluso que un despido improcedente, es la de sufrir algún tipo de acoso laboral, una situación especialmente desagradable que por desgracia es más común de lo que podría parecer.
El acoso laboral puede ser vertical, cuando es causado por un superior, u horizontal, cuando es provocado por un compañero o compañeros de trabajo de la misma categoría -profesional, que no humana-. Un tercer tipo de acoso laboral, menos frecuente, es el que pueden llegar a hacer los subordinados a su jefe cuando no lo aceptan como tal, sobre todo cuando es nuevo en el cargo y ha pasado de ser compañero a superior.
El acoso laboral, también conocido con el término mobbing, es una práctica ilícita que afecta a la dignidad y la autoestima del trabajador y que debemos denunciar cuando se produzca. Para ello es importante reunir pruebas que demuestren que somos víctimas de ese acoso laboral, como correos electrónicos grabaciones y testigos que prueben que estamos sufriendo mobbing.
Aunque no lo pueda parecer a simple vista, no siempre es fácil identificar cuándo sufrimos una situación de acoso laboral. Entre otras cosas porque es habitual que quien practica el acoso laboral sea una persona fría y calculadora y lo haga de forma sibilina.
Estos son algunos de los síntomas que pueden indicar que eres víctima de mobbing:
- Descenso del nivel de autoestima
- Ansiedad o angustia
- Depresión
- Falta de sueño o mala calidad del mismo
- Miedo
- Pérdida de interés en aficiones y actividades que nos gustan
- Falta de apetito
- Trastornos gastrointestinales (diarreas, náuseas, dolor de estómago…)
- Incapacidad para controlar el estrés
- Falta de concentración
- Inseguridad
Entre las situaciones que se pueden identificar como acoso laboral, especialmente si se repiten de forma continuada, figuran las siguientes:
- Trato discriminatorio en relación a los demás trabajadores
- Humillación personal y/o profesional del trabajador
- Aislamiento físico y/o relacional del trabajador con respecto al resto
- Carga excesiva y continuada de trabajo
- Asignar funciones y tareas por debajo de la categoría profesional del trabajador
- Quitar o no dar trabajo con el fin de provocar la salida voluntaria de la empresa por parte del empleado
- Amenazas, insultos, gritos, ofensas o descalificaciones
- Criticar continuamente el trabajo del empleado
- Negar la posibilidad de comunicación con los superiores
Es importante distinguir una situación de acoso laboral, que se repite con mayor o menor frecuencia y causa un daño psicológico y moral al trabajador, de un hecho más o menos aislado, como puede ser una discusión puntual relacionada con el trabajo que no atente de ningún modo contra la dignidad del trabajador. En cualquier caso, recuerda que cualquier tipo de acoso en el trabajo debe ser denunciado.
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