EtoBe: ¿Qué hacer si te cambian las vacaciones el día antes?

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Un chico trabaja con su ordenador en la piscina (iStock)

1. ¿Puede la empresa cambiarnos las vacaciones en el último momento?

Por desgracia, por poder, puede hacerlo. Otra cosa es que deba. El trabajador tiene derecho a conocer sus vacaciones con dos meses de antelación y a elegir al menos la mitad de los días de vacaciones que le corresponden durante el año. Pero en la práctica no siempre es así y hay muchas empresas donde no se cumplen estas condiciones.
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Una trabajadora se echa la mano a la cabeza en el trabajo (iStock)

2. Las consecuencias de la reforma laboral

Aunque no se exprese claramente el supuesto de que la empresa pueda cambiar o no las vacaciones de sus trabajadores en el último momento, hay jurisprudencia que entiende que la aprobación de la modificación colectiva de las condiciones de trabajo de la reforma laboral de 2012 incluye también a las vacaciones. Es decir la empresa puede cambiar las condiciones de trabajo por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción y eso, aunque no se refleje expresamente, incluye los períodos de disfrute de vacaciones. Eso sí, hay algo a lo que podemos agarrarnos en caso de que nos quieran cambiar las vacaciones en el último momento…
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Los cambios en nuestras vacaciones deberían ser notificados con, al menos, 15 días de antelación (iStock)

3. Deberían avisarnos con al menos 15 días de antelación

La modificación sustancial de las condiciones de trabajo no puede aplicarse de un día para otro, sino que implica la comunicación a los trabajadores con una antelación mínima de 15 días, así que en teoría no podrían cambiarnos las fechas de vacaciones que ya estaban aprobadas en las dos semanas previas al inicio de nuestras vacaciones. Eso sí, otra cosa es que el cambio de vacaciones no se entienda como “modificación sustancial de las condiciones de trabajo”. En cualquier caso, como eso no depende de nosotros, vamos a lo práctico: ¿qué podemos hacer si nos cambian las vacaciones en el último momento?
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Dos ho. mbres simulan una pelea en el trabajo (iStock)

4. Controlar nuestra reacción

Que nuestro jefe nos diga en la semana previa a irnos de vacaciones o, aún peor, justo el día anterior, que no podemos irnos de vacaciones en las fechas acordadas es algo que, lógicamente, nos va a cabrear. Pero eso no significa que podamos perder las formas porque, en ese caso, podríamos perder nuestro trabajo.
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Nuestro jefe debe entender el perjuicio que nos supone cambiar las vacaciones a última hora (iStock)

5. No aceptar el cambio como si no pasara nada

Una cosa es que debamos contener nuestro enfado si la empresa nos quiere cambiar las vacaciones a última hora y otra muy distinta es que no pongamos ninguna objeción y encima demos las gracias. La persona que nos plantee el cambio de vacaciones en el último momento debe saber que nos está pidiendo algo que no debe pedirnos y que nos está creando un problema y un perjuicio económico.
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Estamos en nuestro derecho de pedir explicaciones a nuestro jefe si nos quiere cambiar las vacaciones (iStock)

6. Pedir explicaciones

No debemos tener ningún reparo en preguntar, de forma educada pero sin ocultar que no nos hace gracia la petición, las razones por las que la empresa nos pide un cambio de vacaciones. Será difícil que cambien de idea, pero debemos intentarlo haciéndoles ver que, además de que tus vacaciones están aprobadas desde hace tiempo, tus vacaciones no suponen un perjuicio para el funcionamiento de la empresa.
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Una chica consulta su teléfono móvil en un aeropuerto (iStock)

7. Proponer alternativas

No tenemos por qué intentar solucionar un problema que en realidad es de la empresa pero, ya que el problema nos afecta directamente y lo que queremos es que no nos cambien las vacaciones, podemos plantear alguna alternativa para que no tengamos que pagar nosotros las consecuencias de la falta de previsión de la empresa o de sus problemas de organización para que, en el peor de los casos, sólo tengamos que retrasar nuestras vacaciones uno o dos días o adelantar la vuelta lo mínimo posible. Siempre y cuando no tengamos ya, por ejemplo, reservas de vuelos y alojamiento.
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Imagen de un hombre con una tableta electrónica (iStock)

8. Si aceptamos el cambio de vacaciones, debemos conseguir algo a cambio

Si la empresa necesita que cambiemos nuestras vacaciones y esa es la única solución que encuentra, debemos conseguir algo a cambio. Como mínimo, que la empresa corra con los gastos de cancelación de las reservas que hayamos hecho. Y, a partir de ahí, intentar que la empresa nos dé más días de vacaciones o un complemento salarial para recompensar nuestro esfuerzo.
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Una responsable, con gesto serio con un empleado (iStock)

9. No tensar la cuerda

Por injusto que sea y por mucho trastorno que nos suponga un cambio de vacaciones de última hora, no debemos tensar demasiado la cuerda con la empresa para no facilitarles la decisión de prescindir de nuestros servicios y contratar a otra persona. De hecho, puede que sea lo que busquen realmente si te piden un cambio de vacaciones el día de antes…
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Las vacaciones son un derecho de los trabajadores que las empresas no pueden negar (iStock)

10. Las vacaciones te las pueden cambiar, pero no quitar

Las vacaciones son un derecho que te corresponde como trabajador y que nadie te puede quitar. Es cierto que la empresa puede “hacerte el lío” y cambiarte las fechas de las vacaciones, pero piensa que pronto podrás disfrutar de los días de vacaciones que te mereces…
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