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martes, 19 de diciembre de 2017

Requisitos que debe cumplir tu puesto si trabajas en una oficina

Todos hemos oído alguna vez hablar de la prevención de riesgos laborales. Se trata de un ámbito que estudia, entre otras cosas, qué condiciones debe tener nuestro puesto de trabajo para que nuestra salud y nuestra seguridad estén garantizadas, a la vez que la productividad. Es evidente que estos requisitos cambian en función del tipo de trabajo y de puesto del que estemos hablando. Uno de los puestos más comunes es el desarrollado en las oficinas. Muchos son las guías editadas al respecto. Por nuestra parte vamos a atender a lo que es estrictamente el puesto de trabajo, es decir, la mesa, la silla y lo que lo rodea.

Trabajadores en una oficina. Monkeybusinessimages (iStock)

Trabajadores en una oficina. Monkeybusinessimages (iStock)

1. Los principales riesgos.

Los principales riesgos a los que están expuestos los trabajadores que desarrollan su actividad en oficinas y despachos son: caídas y golpes contra objetos, posturas y movimientos adoptados, manipulación manual de cargas, fatiga visual, confort acústico, confort térmico, calidad del aire interior, radiaciones y campos electromagnéticos, y factores psicosociales.

2. La superficie de trabajo.

La superficie o mesa de trabajo debe ser lo suficientemente amplia y espaciosa para que en ella se puedan depositar cómodamente todos los utensilios necesarios para el desarrollo de la tarea. Y a la vez debe tener unas dimensiones adecuadas para que la persona que trabaje en ella pueda alcanzar todos los elementos necesarios sin necesidad de adoptar posturas forzadas. La profundidad debe ser entre 80 y 100 cm, e incluir un espacio libre para las extremidades mayor o igual a 60 cm. La anchura entre 120 y 160 cm, siendo el espacio libre para extremidades mayor o igual a 60 cm. La altura debe estar entre 70 y 75 cm. Y el grosor, entre 2,5 y 5 cm.

3. La silla.

Del diseño de la silla de trabajo va a depender que el trabajador pueda mantener, durante su trabajo, la espalda recta y relajada y el cuello en una postura no forzada. Así como permitir una buena circulación sanguínea en las extremidades inferiores. Para que podamos considerar que una silla es adecuada para el trabajo debe ser adaptable al 90% de la población trabajadora y los sistemas de ajuste deben ser de fácil manejo y cumplir una serie de requisitos.

La silla debe ser ajustable en altura del asiento e inclinación y altura del respaldo. Esta ajustabilidad debe permitir al usuario apoyar los brazos sobre la mesa, manteniendo los codos con un ángulo de 90 grados y las muñecas rectas en línea con el antebrazo, sobre el teclado.

La silla debe ser giratoria, con cinco puntos de apoyo y ruedas que permitan un fácil desplazamiento.

La silla debe poseer apoyo lumbar con forma cóncava y móvil que permita el correcto apoyo de la espalda y que a la vez permita el libre movimiento de las caderas.

Los apoyabrazos se recomiendan sólo en aquellos casos en que no interfieran en los movimientos necesarios para el correcto desarrollo de la tarea, es decir, deben permitir acercar la silla al máximo a la mesa. Es por ello que las personas de baja estatura no pueden utilizar los apoyabrazos ya que al acercar la silla a la mesa éstos impiden una aproximación a la mesa adecuada. Se recomienda que la superficie esté almohadillada y no impida el movimiento de los brazos.

El asiento debe estar ligeramente inclinado hacia atrás (3º – 5º) y obligar a la utilización del respaldo. Asimismo debe estar forrado de un tejido poroso que permita la transpiración y al mismo tiempo sea acolchado para evitar que se produzcan opresiones de circulación en las extremidades inferiores.

4. Reposapiés.

El reposapiés es una herramienta que permite descansar las piernas a la vez que descargar el peso que soportan las caderas en la posición sentada.

Su utilización se recomienda, únicamente, cuando al ajustar la silla a la altura de la mesa de trabajo, las piernas de la persona no se apoyan suficientemente sobre el suelo.

5. Pantalla de ordenador.

Con la posición de la pantalla se tiene que conseguir evitar el dolor y el disconfort de la musculatura del cuello y los hombros.

Se recomienda situarla a una distancia superior a 40 cm respecto a los ojos del usuario y a una altura tal que pueda ser visualizada dentro del espacio comprendido entre la línea de visión horizontal y la trazada a 60º bajo la horizontal.

Esto significa que la pantalla debe colocarse a una altura que haga coincidir el borde superior de la misma con la altura de los ojos y ligeramente inclinada (borde inferior hacia nosotros).

6. El teclado.

La colocación y la utilización del teclado es un factor altamente influyente en la postura que se adopta durante el trabajo.

Es recomendable que la posición del teclado permita, a la persona, mantener los brazos doblados por el codo, con un ángulo de 90º, con la espalda recta y los hombros en postura relajada mientras trabaja.

Asimismo debe poder apoyar los brazos encima de la mesa; y un espacio mínimo de 10 cm (desde el teclado hasta el borde de la mesa) para poder apoyar los brazos y las manos.

Las condiciones que debe cumplir cualquier teclado son: expandido; móvil e independiente de la pantalla; inclinable entre 0 y 25 grados; color mate y claro, con los caracteres en negro; teclas de función bien diferenciadas.

7. El ratón.

La utilización del ratón en ciertas tareas, obliga al usuario a mantener la mano sobre el ratón durante largos periodos de tiempo. El trabajo con el ratón puede producir una postura forzada de la muñeca, si no se tienen en cuenta las mismas recomendaciones que para el trabajo con el teclado, es decir, con la mano sobre el ratón y la muñeca recta, el codo debe formar un ángulo recto y el brazo debe poder descansar sobre la mesa.

Asimismo debe haber un espacio mínimo de 10 cm (desde el teclado hasta el borde de la mesa) para poder apoyar los brazos y las manos.

8. Fatiga visual.

La forma de evitar que se produzca fatiga visual pasa por las siguientes recomendaciones ergonómicas:

Para evitar los reflejos se ajustará el brillo y el contraste mediante los botones situados en la propia pantalla. Se deberá tener en cuenta las necesidades de visión que requiera la tarea. Para trabajos en oficinas y despachos se recomienda que el nivel de iluminación se encuentre alrededor de los 500 lux.

Se tendrá también en cuenta la ubicación de las fuentes de iluminación. Las fuentes de iluminación, tanto las naturales como las artificiales, deben ser paralelas a la posición del puesto de trabajo. Esto evitará que se produzcan reflejos en la pantalla por la reflexión de entradas de luz por detrás del trabajador. También debe evitarse que las fuentes de luz estén situadas frente a la persona, ya que de este modo se podrá evitar que la luz pueda incidir directamente en el campo de visión provocando deslumbramientos.

9. Ruido.

En un centro de trabajo en oficinas el ruido procedente de las impresoras se puede minimizar dividiendo las zonas de trabajo, de esta forma las personas que deban realizar un trabajo intelectual quedan aisladas respecto a las zonas con ruido.

10. Temperatura.

La mejor forma de protegerse de las entradas de calor a través de las ventanas es mediante la interposición de persianas o de cortinas de lamas verticales o de micromalla. Las entradas de frío se deben limitar cerrando y sellando las filtraciones de aire. Además se recomienda, para poder crear el microclima necesario para el trabajo, que exista la posibilidad de que los trabajadores puedan regular de forma local sus condiciones de temperatura y humedad.

Se considera que las condiciones termoclimáticas óptimas de bienestar, para trabajos ligeros realizados, principalmente, en posición sentada son: entre 23 y 26 grados de temperatura operativa en verano y entre 20 y 24 grados en invierno, con una humedad relativa del 45 al 65 por ciento.

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David García OficinaEmpleo.com

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